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La verdad sobre las muñecas sexuales

 

Mitos y verdades sobre las muñecas sexuales

 

Durante décadas, los medios de comunicación nos inculcaron lo siguiente: las muñecas sexuales son juguetes eróticos diseñados para hombres heterosexuales solteros. La verdad es que, por un tiempo, llevaron razón. Las muñecas sexuales han sido uno de los dispositivos de placer más populares entre la soltería masculina. Especialmente, entre la década de los setenta del siglo pasado y principios del siglo XXI. ¿Cuántas veces hemos visto en el cine o la televisión a un hombre hetero usar una muñeca sexual como remedio a su soltería? De hecho, las muñecas sexuales se convirtieron en el blanco de burlas y bromas en nuestra cultura durante mucho tiempo. Sin embargo, las cosas han cambiado de manera drástica. En la actualidad, la muñeca sexual ya no es un simple juguete de goma o silicona con diferentes orificios para la penetración. Ahora, hablamos de verdaderas obras de ingeniera humana.

 

Lo último en el mercado de muñecas sexuales se caracteriza por una calidad y diseño fuera de lo común. Muchos de estos dispositivos están elaborados con materiales de altísima calidad que recrean casi a la perfección la piel y apariencia humanas. También incluyen decenas de sensores, cabello 100% natural, esqueleto de metal y, sobre todo, Inteligencia Artificial. La IA permite a estos seudoandroides interactuar con el usuario como lo haría una persona de carne y hueso. Además, los fabricantes han ampliado su gama de muñecas hasta tal punto que estas pueden satisfacer todas las demandas, gustos, preferencias o estilos de los usuarios. Con estos factores sobre la mesa, ya no es correcto referirse a las sex dolls como un simple juguete erótico. Sin embargo, la mayoría de la población sigue teniendo un pensamiento equivocado sobre las muñecas sexuales. Conceptos erróneos que hoy vamos a abordar.

 

Conceptos erróneos sobre las muñecas sexuales o sex dolls

 

Todas las muñecas sexuales son mujeres: las primeras muñecas sexuales tenían apariencia de mujer -de ahí, su nombre-, pero esto ya no es así. En la actualidad, los fabricantes de sex dolls diseñan y elaboran estos juguetes eróticos para todas las orientaciones sexuales. Esto implica que las muñecas sexuales pueden tener apariencia de hombre, mujer o transgénero. También se diseñan y fabrican sex dolls que reproducen a la perfección a las estrellas del cine adulto o las modelos de los video chats porno. Por lo tanto, debemos desterrar de una vez por todas la idea preconcebida de que las muñecas sexuales tienen siempre el aspecto de una mujer hipersexualizada.

 

Los hombres son los únicos que comprar muñecas sexuales: durante mucho tiempo se nos inculcó que las muñecas sexuales eran una vía de escape para los hombres heterosexuales solteros, pero esto se acabó. Si bien la mayoría de los consumidores de estos juguetes eróticos responden a este criterio, lo cierto es que ahora también hay millones de mujeres o personas transgénero que comprar este producto.

 

Las sex dolls se utilizan solo para el sexo: este concepto equivocado que se tiene de las muñecas sexuales responde a cómo eran no hace mucho tiempo. Hasta la entrada del nuevo siglo, las muñecas sexuales eran un simple juguete sexual. Se trataba de juguetes con la forma y el tamaño de un ser humano que se usaban para el sexo (masturbación, penetración...). Nada más. No obstante, esto ha cambiado drásticamente. Gracias a los constantes avances en tecnología como la robótica, la nanotecnología o la IA, las sex dolls actuales nos ofrecen muchas más posibilidades. Además del sexo, también pueden interactuar y dar compañía a los usuarios. Hacen una función similar a las que, por ejemplo, desempeñan las modelos de video chats porno. Tanto placer como compañía.

 

Quien compra una sex doll lo hace porque no puede tener sexo: esta es otra idea injustificada que fluye sobre la imaginación de la mayoría de nuestra sociedad. Un estereotipo que puede afectar psicológicamente a quienes adquieren este producto. En especial, al género masculino. Desde que surgieron las muñecas sexuales, el hombre que hacía uso de ellas era tachado de poco masculino o un fracasado en su vida sexual. Por el contrario, los hombres considerados como “machos alfa” eran aquellos que tenían pareja o relaciones sexuales regularmente. A raíz de estos prejuicios, se ha tenido a la muñeca sexual como un remplazo de la pareja. Como un juguete erótico para personas que no pueden disfrutar de una vida sexual plena. No obstante, esto no es así. Hay muchas motivaciones que impulsar a un individuo a comprar una muñeca sexual.

 

Una de las razones de que alguien decida adquirir sex dolls puede deberse al padecimiento de una discapacidad física. En la actualidad, tanto hombres como mujeres discapacitados se agencian estos artículos de placer fruto de una discapacidad que les impide salir de su hogar. Otras personas lo hacen por motivos de salud, como el contagio de enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados. También hay usuarios que compran muñecas sexuales por razones psicologías. Por ejemplo, sabemos que hay personas que tienen dificultades para socializar. No pueden estar junto a otros individuos para intimar. Otros han tenido la mala suerte de vivir en países donde la homosexualidad está penada por la ley. Por tanto, su única vía de escape son las muñecas sexuales. Estos juguetes les brindan la oportunidad de expresar y explorar su identidad sexual sin riesgos. Sea cual sea el motivo, nadie debe sentirse avergonzado por comprar una muñeca sexual. Son herramientas que nos ayudan a disfrutar del sexo y tener una vida más emocionante y plena.

 

Tan solo las personas solteras usan muñecas sexuales: en consonancia con lo dicho hasta ahora, puede que este idea también os se pase por la cabeza: las muñecas son para solteros y solteras. No obstante, deberías abrir un poco más vuestra mente. Claro que la mayor parte de los usuarios de sex dolls están solteros. Sin embargo, también hay millones de hombres y mujeres emparejados que las compran. ¿Por qué un hombre casado puede ver porno, pero ni hablar de sex dolls? ¿Por qué aceptamos que una mujer casada tenga un vibrador en su mesa de noche, pero nos echaríamos las manos a la cabeza si tuviera un muñeco sexual en su armario? Las muñecas sexuales están pensadas para personas solteras o con pareja. De hecho, en el dormitorio de una pareja suelen ser un complemento perfecto para mejorar el sexo. Son una herramienta que permite explorar la sexualidad de cualquier clase de individuo. ¡Lo mismo que puede ser el cine para adultos, otros juguetes eróticos o los video chats porno!

 

Definitivamente, los mitos sobre las muñecas sexuales seguirán estando entre la población. Sin embargo, debemos tener presente que la mayoría son simplemente conceptos erróneos basados en prejuicios. Las muñecas sexuales son una alternativa divertida, segura y satisfactoria para cualquier individuo. Es importante aprender que estos juguetes eróticos están ahí para hacer nuestra vida sexual mucho más dinámica. ¡Cómo lo pueden hacer las escorts o las modelos de cams porno! A modo de homenaje, vamos a abordar seguidamente tres hechos interesantes sobre las muñecas sexuales.

 

Curiosidades sobre las muñecas sexuales

 

En Japón se las denomina “esposas holandesas”: de sobra es conocido que en Japón cada vez es más difícil que la población termine emparejada. Cuestiones como el trabajo, la densidad de población, la cultura, el ocio o la tecnología, han provocado que gran parte de los japoneses y japonesas estén solteros. Obviamente, esto ha repercutido de manera significativa en la industria adulta nipona (cine adulto, cams porno, telefonía erótica, juguetes...). En Japón la cuestión de las muñecas sexuales lleva décadas presente. En la actualidad, estos juguetes eróticos reciben la misma denominación “muñeca sexual” que en Occidente. Sin embargo, hasta bien entrado el siglo XX se las conocía como “esposas holandesas”. El término se remonta al siglo XVII, cuando los rumores acerca de marineros holandeses que empleaban marionetas de cuero para la masturbación afloraba por todo Oriente. Pensemos que esta etapa de la historia, la Compañía de las Indias Orientales tenía fueren relaciones comerciales con el Japón. No hay pruebas de que los holandeses comercializaran estas marionetas con sus socios japoneses. Sin embargo, hay evidencias escritas de este término en documentos de la época.

 

Un estadounidense se casó con una muñeca sexual: muchos pensarán que se trata de un engaño. Sin embargo, es así. Davecat es el seudónimo tras el cual se esconde un ciudadano de los Estados Unidos famoso por ser el primer ser humano en contraer matrimonio con una sex doll. Este individuo -especialista en programación informativa- lleva una vida muy activa en sus redes sociales, donde tiene miles de seguidores por haber tomado la decisión de casarse con una muñeca sexual. El amor de Davecat por estos juguetes eróticos le ha llevado a comprar otras dos muñecas más. A ambas las emplea para su propio placer, mientras que con la que está casado hace su vida normal.

 

El primer burdel de muñecas sexuales abrió en 2017: siempre se ha tratado a la prostitución como la profesión más antigua del mundo. Como un servicio adulto que no tiene nada de innovador. Sin embargo, las muñecas sexuales están contribuyendo a cambiar esto. En el año 2017, abrió sus puertas el primer burdel de muñecas sexuales en Alemania. El negocio contaba con 13 dispositivos con apariencia femenina y uno masculina. La tarifa que debían abonar los usuarios por cada sesión con estas muñecas sexuales ascendía a 100 dólares. Desde el debut de este burdel, se han abierto varios otros, incluido uno en Barcelona que ofrece a los visitantes la opción de elegir entre una muñeca sexual o una trabajadora sexual humana. En Japón, es posible visitar un burdel que ofrece muñecas sexuales en lugar de prostitutas humanas. Este concepto innovador proporciona un giro moderno a la profesión más antigua del mundo.

 

 



Publicado el Viernes, 08 de Marzo de 2024 Volver atrás