El trabajo en la industria pornográfica exige diferentes niveles de actuación a hombres y mujeres. Por norma general, a los actores porno solo se les pide que estén bien dotados y tengan una buena condición física. Sin embargo, sus compañeras están bajo mucha más presión. Las productoras buscar actrices con buen físico, pero también que cuiden su indumentaria y lencería, que sepan actuar frente a la cámara, que sus gemidos sean lo más realistas posibles, que duren excitadas más tiempo que sus compañeros e incluso, que sean capaces de realizar y mantener, posturas dignas de los mejores contorsionistas.
Esta gran asimetría entre lo que deben cumplir hombres y mujeres frente a la cámara, son mucho más grandes de lo que pueden imaginar. Si nunca has oído hablar de ellas, hoy es el momento de que conozcas las principales.
Diferencias entre el trabajo de actor porno y actriz porn
1. Vestuario: las actrices porno deben ir siempre vestidas con ropa elegante que cubra una lencería muy provocativa. Además, ellas aparecen totalmente desnudas durante el rodaje, del mismo modo que ocurre en las cams porno. Sin embargo, los chicos no necesitan ir "bien arreglados". Normalmente, los actores porno van vestidos con ropa de deporte, y a diferencia de ellas, no tienen la obligación de quitarse el atuendo.
2. Enfoque de la cámara: en la mayoría de los contenidos pornográficos la mujer es el centro de todas las miradas. Esto se debe a que el porno está enfocado mayoritariamente al público masculino. Por este motivo a la mujer se le exige que tenga un mínimo de conocimientos de interpretación, mientras que el trabajo de su compañero se reduce a la penetración. Obviamente, esto no es siempre así, ya que en rodajes donde intervienen actores consagrados como Nacho Vidal o Rocco Siffredi, también se les exige tener una actuación convincente delante de la cámara.
3. Excitación: las actrices porno pueden llegar a estar hasta 3 veces más tiempo excitadas que sus compañeros de profesión. La razón es muy simple, los hombres tardan menos en llegar al clímax que las mujeres (casi siempre) y por tanto, a veces las escenas deben interrumpirse hasta que el chico este listo otra vez para la acción. Durante este tiempo de interrupción, que a veces puede ser de varios minutos, la chica tiene que mantenerse excitada, ya que en cuanto el chico este listo la producción se reanudara. El cámara y los técnicos cobran por horas, no por tiempo de grabación.
Para poder mantenerse excitadas las actrices deben estar continuamente masturbándose con algún estimulador sexual, del mismo modo que sus compañeras de las cams porno.
4. Movimientos: vasta con echar un vistazo a unos cuantos vídeos porno de Internet o cams porno, para darse cuenta de que las actrices deben moverse como auténticos contorsionistas. Mientras que ellos normalmente realizan movimientos que no les exigen ningún esfuerzo, las actrices tienen que mostrar una gran destreza, resistencia y agilidad durante la grabación. Incluso en ocasiones, y debido al rol de sumisión que tienen las mujeres en el porno, los hombre se limitan a estar empalmados mientras que ellas realizan todos los movimientos de penetración.
5. Mujeres prefieren mujeres: en el sexo heterosexual las actrices porno prefieren antes rodar escenas con otras compañeras que con un chico, puesto que, las ventajas son muchas.
Para empezar, en las escenas entre mujeres el físico de las actrices sufre muchísimo menos, ya que no tienen que realizar posturas imposibles. Seguidamente, en este tipo de producciones el rodaje tarda mucho menos pues los cortes en la grabación por caídas imprevistas o calambres, así como por una eyaculación repentina del chico, desaparecen. Para concluir, en las escenas entre mujeres, las actrices disfrutan realmente del sexo como ocurre en las cams porno. Además, las escenas heterosexuales generan sentimientos de frustración en las actrices, ya que son muy pocas las que alcanzan de verdad el orgasmo.
6. Sueldos: está es quizás la única diferencia que se decanta a favor del lado femenino. A diferencia de la mayoría de los sectores del mercado laboral, en la industria pornográfica las mujeres reciben un salario mucho mayor que los hombres. Normalmente, el salario que una pornstar cobra en España por escena ronda los 800 o 1000 euros. Los hombres, sin embargo, solo cobran entre 200 y 400 euros por escena.
La razón de esta enorme brecha salarial es que son ellas la que realmente "venden" el producto, salvo excepciones con actores consagrados. En el mundo de la pornográfica y las cams porno todo gira entorno a la imagen femenina, mientras que lo masculino queda en un segundo plano.
Quizás, y gracias a los cambios en la manera de pensar de la sociedad, en el futuro estas desigualdades que se producen en el cine para adultos y las cams porno, desaparezcan o sé reduzcan.