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Mejora tus relaciones sexuales con el beso de Singapur

La mayoría de los contenidos producidos por la industria del porno nos han acostumbrado a que el sexo se basa simplemente en la penetración. Concretamente, en posturas casi acrobáticas e imposibles de llevar a cabo por la mayoría de los mortales. Posturas en las que hombres atléticos penetran a las actrices porno con movimientos extremos y acelerados, con el único objetivo de eyacular lo antes posible. Por este motivo, los preliminares, las caricias, los besos y demás, están considerados por la mayoría del público como algo aburrido. Nada más lejos de la realidad. Actos sexuales que se llevan practicando desde hace siglos en países como la India, China o Japón, basados casi en la inmovilidad, son capaces de estimular las zonas erógenas de tal modo que la experiencia sexual roza lo místico. Una de estas prácticas milenarias más populares de Oriente es el denominado beso de Singapur o pompoir. Un acto sexual del que vamos a hablarle en este artículo.

¿Cansado de tener siempre las mismas relaciones sexuales? ¿Su pareja y usted buscan una nueva manera de practicar sexo? ¿Quiere conocer en que consiste una de las técnicas sexuales más placenteras y estimulantes que el ser humano ha inventado? Entonces, preste atención a todo lo que le vamos a contar. El beso de Singapur es una práctica sexual tan excitante que ambos sentirán un placer como nunca antes lo habían experimentado. De hecho, el beso pompoir es tan estimulante que ya se ha hecho un hueco en industrias eróticas como las cams de sexo en vivo. Ciertamente, numerosas parejas ponen a diario en práctica el beso de Singapur en las webcams eróticas. Se trata de una técnica que puede servirle para dar un giro de 180 grados a su vida sexual. Un acto sexual que sorprenderá a su pareja o amante.

¿Qué es el beso de Singapur?

Pese a su nombre, lo cierto es que se trata de una técnica sexual que tiene su origen en la India alrededor del 1000 A.C. En esta época se dieron en lo que actualmente es la India varias sociedades en las que las mujeres buscaban nuevas formas de practicar el sexo, con el objetivo de llevar a los hombres al placer supremo. El beso pompoir es una de las prácticas sexuales más antiguas de las que se tienen referencias. De hecho, hay decenas de libros históricos que hablan sobre el beso de Singapur. Aunque en Occidente no es una técnica muy conocida, lo cierto es que en países como Tailandia o Japón se lleva practicando desde hace siglos. Más allá de su historia, lo que de verdad nos interesa es en qué consiste el beso de pompoir.

Esta práctica sexual milenaria se caracteriza por la búsqueda del máximo placer tanto para el hombre como para la mujer. No obstante, es ella, la mujer, la que se encarga de ponerla en práctica. Concretamente, ellas estimulan el pene usando su vagina, una vez que han sido penetradas. El objetivo es estimular, con las paredes de la vagina, el pene con movimientos de succión. De ahí, que a esta técnica también se la denomine beso de pompoir. El término “pompoir” es una palabra de origen francés que significa “chupadora”. Cuando se hace el beso de Singapur, el hombre experimenta una sensación muy similar al sexo oral, pero más potente. Y es que, como la vagina es más húmeda y amplia que la boca, el efecto es mucho más estimulante y satisfactorio.

¿Cómo se hace el beso de Singapur o pompoir?

Aunque la idea parece bastante sencilla, en la práctica es más complicada de lo que solemos imaginar. Para empezar, es necesario que la mujer tenga el músculo pubocoxígeo en forma, ya que es el encargado de estimular el miembro viril. No obstante, es posible encontrar algunas profesionales del sexo –como las prostitutas, las actrices porno o algunas modelos de webcams eróticas- que lo hacen de manera natural, sin necesidad de haberlo practicado con anterioridad. Sin embargo, para aquellos hombres que tengan una pareja estable, la mejor forma de saber si son capaces de hacer el beso de Singapur es practicándolo. A continuación, le mostramos cómo han de hacerlo:

Postura preliminar: en primer lugar, el hombre debe tumbarse boca arriba y la mujer se colocará encima de él a horcajadas. De esta manera, la mujer tendrá con esta postura el dominio absoluto de la situación. En el beso pompoir el hombre es simplemente un agente pasivo. Ellas han de ser siempre quienes tengan el control de la acción. No obstante, el tamaño del miembro masculino es importante en el beso de Singapur. Concretamente, su grosor. Cuando más voluminoso sea el pene, más fácil será que la mujer lo estimule con las paredes de su vagina.

Atención a las caderas de la mujer: una de los detalles más importantes a la hora de estimular el pene con el beso de Singapur es prestar atención a las caderas de la mujer. Las caderas deben permanecer quieras durante todo el coito. Para moverse se deben emplear las manos o las piernas. Si la chica mueve las caderas, ambos perderán parte del placer que se siente gracias a esa succión que esperamos logran con el beso pompoir. Recordemos que esta técnica consiste básicamente en masturbar el pene del hombre con los músculos de la vagina.

No se trata de lo que habitualmente vemos en las películas pornográficas o en las cams de sexo en vivo, sino de experimentar placer con movimientos concretos. Por ejemplo, succionar el pene con la vagina para introducirlo en esta, o bien empujar el pene hacia el exterior de la misma. Otros movimientos habituales en el beso de Singapur son: masajear el pene con los músculos vaginales u “ordeñarlo” combinando movimientos de succión, empuje y presa.

La importancia del musculo pubocoxígeo: para poder llevar a cabo de manera satisfactoria esta clase de movimiento con la vagina, es necesario tener entrenado el musculo pubocoxígeo. Cuanto más fuerte sean las contracciones vaginales, mayor placer sentirá ambos. Las contracciones tienen que ser intensas y constante. De lo contrario, resultara muy complicado que el hombre consiga un orgasmo diferente.

¿Cómo fortalecer el musculo pubocoxígeo?

¿Alguna vez ha escuchado hablar de los ejercicios Kegel? Estos ejercicios se inventaron para evitar las pérdidas de orina de las mujeres. Se trata de una técnica que consiste en lo siguiente: la próxima vez que vayan a orinar, cuando estén a la mitad del proceso, deben cortar el pis durante unos segundos. Después, vuelvan a dejar que la orina siga fluyendo. Con esta práctica tan sencilla, los músculos vaginales se fortalecen lo suficiente como para llevar a cabo el beso de Singapur. Existen otras alternativas menos comunes, pero igual de efectivas, como por ejemplo el uso de las denominadas bolas chinas.

Las bolas chinas, ese juguete tan popular en las cams de sexo en vivo, sirven para más cosas que producir placer. Lo cierto es que muchas mujeres las emplean para fortalecer su músculo pubocoxígeo. Para ello, colocan las bolas chinas en su vagina a modo de tampón y contraen los músculos de esta zona. De este modo, logran fortalecer los músculos de la pelvis mejorando su rendimiento sexual en prácticas como el beso de Singapur. Otra alternativa –muy común entre profesionales del sexo como las actrices o modelos de webcams eróticas- es la siguiente. En primer lugar, la mujer se acuesta boca arriba sobre la cama. A continuación, contrae la vagina unos segundos, descansa y vuelve a repetir la misma operación. Esta técnica ha de acompañarse con respiraciones profundas.



Publicado el Lunes, 10 de Octubre de 2022 Volver atrás